“Ella comenzó dibujando formas anatómicas, finas, tal vez sublimadas, pero dentro de la acepción de la realidad. Luego fue transfigurando sus personajes hasta que nuevos prometeos o nuevas diosas del Panteón plástico adquirieron la otra dimensión: la del arte que es resumen de las emociones contenidas, yuxtapuestas a otras, sobrepuestas a sí mismas en incisivas disquisiciones y en discursos sobre la supremacía del ser humano.”
– Alfonso de Neuvillate
“La ley fundamental de Emilia es ‘ni un trazo de más’ y la cumpla de tal manera… porque nada en la obra es gratuito y todo se hace concreto en una idea precisa de espacios en movimiento.”
– Alberto Híjar
“La fácil disposición para el dibujo corporal es evidente en la obra de Emilia. Da lugar a la contradicción entre líneas trazadas con instrumentos mecánicos a fin de conseguir un espacio geometrizado y las líneas y entonaciones que figuran cuerpos, unas veces fragmentados, otras en escorzos, otras con recuadros que señalan alguna parte.”
– Alberto Híjar
“Los dibujos de Emilia ofrecen dos posibilidades de lectura: aquella que se produce al contemplar estos dibujos como superficie total, sin posar la vista en ningún punto en particular. La simultaneidad de líneas directrices que apuntan a un espacio que está más allá de la superficie del cuadro, inhiben la visión de un plano estable, homogéneo y lógico…
La segunda posibilidad de lectura sería opuesta y complementaria: detenerse minuciosamente en cada detalle, en cada ruptura y variante textural.”
– Eduardo Cohen
“… recurre al escorzo sólo como punto de partida, en tanto que usa los recuadros como si se tratara de hacer arte conceptual cuando en realidad, se hace un ritmo de sensaciones.”
– Alberto Híjar
“Logra satisfacer las premisas del arte, en el sentido de renovarlo y no hacerlo simplemente una copia de la naturaleza, sino al revés, de alejarse de cualquier similitud que pudiera tener la obra concebida con lo fotográfico…”
– Alfonso de Neuvillate